DUNE

Es una lástima que un restaurante en el que se come aceptablemente bien y a un precio razonable (aunque un tanto bullicioso) eche a perder una buena puntuación por la actitud prepotente de su encargado ante una crítica del cliente. El hecho de no poder pagar la cuenta mediante tarjeta de crédito es un detalle a tener en cuenta y aunque hay varios cartelitos repartidos por el local indicando tal circunstancia yo no reparé en ello y tuve que buscar un cajero para poder liquidar la nota. Comenté con toda corrección al responsable en la barra que sería aconsejable avisar previamente a los clientes del hecho de no disponer de cobro con tarjeta. A partir de ese momento dicho individuo comenzó a rebatir mis explicaciones y a mostrarse provocador lo que motivó mi indignación. Lo lamentable no es el asunto del pago, sino el desprecio y soberbia demostrada ante un simple comentario. Yo soy un cliente que nunca acostumbro crear polémicas en ningún establecimiento pero la poca humildad y educación de este señor me hicieron realmente discutir indicándole no volveríamos más y desaconsejar visitar su restaurante. La respuesta final del encargado fue "pues no vuelva más si no le gusta". Queda evidente su disposición ante una opinión negativa.